viernes, 28 de febrero de 2020

VENCER LAS CREENCIAS LIMITANTES; PRIMER PASO HACIA EL CRECIMIENTO PERSONAL.


Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach Personal y Formador Empresarial.

Cuantas veces, de nuestros labios han salido expresiones tales como: “No puedo hacerlo”, “No me merezco eso”, “Es imposible de lograrlo”, o tal vez; “No estoy preparado para hacer eso”, “No tengo la experiencia suficiente”, “No poseo los conocimientos necesarios”, etcétera. Todas esas expresiones que inicialmente son ideas limitantes, posteriormente se transforman en creencias limitantes, hasta llegar a convertirse en barreras mentales. Son frases que las hemos incorporado poco a poco en nuestro lenguaje, porque las venimos escuchando desde niños; y ahora como adultos, involuntariamente las pronunciamos sin ningún tipo de control, no conociendo el impacto, ni midiendo mucho menos el alcance que tienen las mismas sobre nuestra estructura mental y sobre nuestro espíritu.


Todas esas expresiones que inicialmente son ideas limitantes, posteriormente se transforman en creencias limitantes, hasta llegar a convertirse en barreras mentales.


Son tan “peligrosas” y tóxicas éstas expresiones, que terminan convirtiéndose en patrones errados de comportamiento, en paradigmas, en muros difíciles de saltar, en cárceles mentales de donde es imposible escapar. Sencillamente, quien las utiliza en su léxico, termina haciéndolas parte de su diario vivir y actúa conforme a esas palabras.

El rey Salomón; considerado uno de los hombres más sabios de la historia dijo: “Porque cual es el pensamiento del hombre en su corazón, tal es él” (proverbios 23:7) queriendo decir con esto, que somos lo que pensamos, y que somos lo que creemos. Si nuestro pensamiento está dominado por ideas limitantes; entonces viviremos una vida llena de limitaciones y carencias, si nuestro pensamiento es de continuo hacia la enfermedad; entonces, cuanta plaga o mosco vuele, terminará produciendo en nuestro cuerpo una enfermedad. Nuestras palabras tienen la capacidad de atraer las situaciones sean buenas o malas. Con éstas afirmaciones, cobra vida la famosa expresión - “Cuerpo sano en mente sana”- porque una mente intoxicada con ideas y creencias limitantes, que producen frustración y conformismo, que generan una conducta apática y sin ilusiones, que frenan el desarrollo personal, no es una mente sana, es una mente enferma que necesita urgentemente un tratamiento.


Nuestras palabras tienen la capacidad de atraer las situaciones sean buenas o malas.

Las personas que manejan este tipo de expresiones, lo que buscan con ellas, es tapar la desnudez de su incompetencia, es excusarse, para no salir de su zona de comodidad, es querer “evitar la fatiga” como diría un personaje cómico mexicano.

Es que las ideas y creencias limitantes, son como una enorme roca sobre la espalda de quien las posee, pues no deja avanzar ni mucho menos crecer a quien las utiliza. Son como ladrones que se roban los sueños de quienes las tienen, como asesinos en serie, que va matando de manera sistemática, una a una, todas las ilusiones y las expectativas de quienes las poseen.

 Son como ladrones que se roban los sueños de quienes las tienen

Ahora me queda más claro, cuando el mismo rey Salomón dijo: “La vida y la muerte están en el poder de la lengua” (proverbios 18:20) porque las personas con ideas y creencias limitantes secretan más cortisol; hormona que regula muchos procesos en el cuerpo humano, que una persona sin ellas. Porque un incremento del cortisol, termina debilitando la actividad del sistema inmunológico, -sin dejar de mencionar- su efecto directo sobre la insulina, el colágeno, la secreción gástrica y renal, los niveles de sodio y potasio, solo por mencionar algunos ejemplos.

Las ideas y creencias limitantes, son signos visibles de la baja autoestima, de la falta de amor propio, de la falta de confianza, de miedos y de temores –algunos infundados, otros adquiridos-, pero sea cual sea su origen, terminan produciendo enormes perjuicios sobre quienes las tienen.

Las ideas y creencias limitantes, son signos visibles de la baja autoestima, de la falta de amor propio, de la falta de confianza, de miedos y de temores

Si estás leyendo éste artículo, y te ves reflejado en él, te invito a hacer un alto en el camino, a reinventarte, a vaciar el “basurero” que tienes en tu mente, a sacar las “cucarachas” que deambulan de aquí para allá por tus pensamientos. Hazlo primero por tu salud física, y después por tu salud mental y espiritual, pero no se te olvide hacerlo también por tu familia.




Tienes derecho a ser feliz, tienes derecho a disfrutar de mejores oportunidades en la vida, tienes derecho a que te sea devuelto todo lo que la vida te robó, tienes derecho a cambiar tu presente y mejorar tu futuro, tienes derecho a comer y vestir espléndidamente, posees las competencias suficientes para ocupar los mejores puestos de trabajo que ofrece este país, posees las habilidades necesarias para sacar adelante cualquier proyecto que inicies, tienes los talentos naturales o adquiridos necesarios para brillar con luz propia, tienes la salud suficiente para alcanzar cualquier meta que te propongas, tienes los recursos necesarios para alcanzar todos los objetivos que te fijes, entonces ¿Qué te limita? ¿Qué te frena? ¿Qué te bloquea?

Permíteme terminar con otro pasaje del libro más importante de la humanidad: “Tu camino es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18). Esa es tu verdadera realidad, ese es el predestino y la finalidad de tu vida, ir en aumento, ir creciendo hasta alcanzar la plenitud.    

lunes, 24 de febrero de 2020

SALIR DE LA ZONA DE COMODIDAD LABORAL; LA BARRERA MÁS GRANDE PARA EMPRENDER.

Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach personal y Formador Empresarial.

Aún recuerdo las palabras de mi madre cuando me decía en los días de mi adolescencia: “Mijo estudia, para que consigas un buen trabajo y puedas mantener a tu familia” En su sabiduría, mi madre deseaba para mí, lo que toda madre desea para sus hijos; bienestar, y que no me faltara nada en la vida.



De niños venimos “adoctrinados” a vivir en una zona de comodidad laboral; primeramente, enseñada por nuestros padres y maestros, luego reforzada por la sociedad cuando iniciamos nuestra vida laboral. Venimos predestinados a convertirnos en unos asalariados de tiempo completo, y prueba de ello, es ver a muchos profesionales recién graduados o con experiencia, “inundar” las ciudades y los sitios web especializados en la búsqueda de empleo, con hojas de vida; algunas de ellas muy completas -otras- bastante sencillas. Aún recuerdo, como si fuera ayer; a un emprendedor, publicar una oferta de empleo en un periódico local, la asistencia fue masiva, pero cuando él empezó a explicar el alcance de la oferta -que no era otra cosa- que convertirse en emprendedores como él y juntos alcanzar unos objetivos; en pocos minutos, el sitio de reunión estaba vacío, todos se habían ido. Así es la mentalidad de muchas personas.



De niños venimos “adoctrinados” a vivir en una zona de comodidad laboral


Como si fuera poco, en épocas electorales, se escucha a los candidatos prometer; que en sus periodos al frente de una corporación, llámese Alcaldía, Gobernación o Presidencia, generaran un determinado número de puestos de trabajo; y aquel, quien mejor plantee esta promesa, se llevará la intención de voto de los electores.

Y es que el sueño de todos, es tener estabilidad económica, gozar de un buen servicio de salud, disfrutar de una pensión de jubilación, tener casa propia, carro, educar a los hijos, y otros deseos más que, según el parecer de algunos, solo lo da un buen empleo.



Estudiar y conseguir un trabajo es sinónimo de éxito para muchos, y una vez logrado, el próximo objetivo es conseguir un ascenso y una mejora salarial. Al contrario, el emprendimiento es visto en algunos hogares como una locura; en otros, como una esperanza, y en otros; como la única salida posible para seguir adelante.


Estudiar y conseguir un trabajo es sinónimo de éxito para muchos, y una vez logrado, el próximo objetivo es conseguir un ascenso y una mejora salarial.


Retomando lo anterior, mucha gente se acostumbra a su salario, se acostumbra a recibir un valor quincenal o mensual y aunque sea poco, se siente satisfecho, se conforma con él, y lo más importante, se siente seguro y en consecuencia de ello, seguirá en el mismo lugar por mucho tiempo, ajustando su nivel de vida a sus ingresos.

La capacidad de sacrificio, entrega y tesón que se necesitan en un emprendimiento, sobretodo en sus inicios, es un “precio” que muchos no están dispuestos a pagar, y por eso; le siguen apostando a buscar otro empleo en caso que el anterior o actual se pierda por alguna razón. Renunciar al nivel de vida que obtuvieron con su empleo anterior o actual es una propuesta completamente atrevida e irrespetuosa y salida de todo contexto -dirían algunos-. Cambiar lo “seguro” que ofrece un empleo por la “inseguridad” y el “riesgo” de un emprendimiento es para locos, soñadores y rebeldes.


La capacidad de sacrificio, entrega y tesón que se necesitan en un emprendimiento, sobretodo en sus inicios, es un “precio” que muchos no están dispuestos a pagar


A las personas que tienen esta línea de pensamiento, se les olvida que son los emprendedores y no los empleados, los que jalonan la economía de un país. Romper este paradigma es difícil, y a un grupo de personas les “ha tocado” convertirse en emprendedores después de pasar muchos años de sus vidas; quizás siendo los mejores empleados, y apareciendo en los cuadros de honor de una empresa en particular.

Me sorprende oír las respuestas de algunas personas que están iniciando un emprendimiento. La única explicación posible que dan a la pregunta ¿por qué iniciaste este negocio? es: “por no tengo un trabajo” o “mientras consigo otra cosa mejor” cuando perfectamente podrían estar iniciando el mejor momento -y porque no- el más productivo de sus vidas.



Muchos aún; en especial, los mayores de 50 años, siguen viviendo de las glorias del pasado, de lo “bien” que estaban cuando trabajaban en tal compañía, aferrados a un pasado que los olvidó por completo y desperdiciando todas las oportunidades que les ofrece el presente y el futuro. Otros tantos, se sienten desilusionados por haber perdido el trabajo al cual le dedicaron toda su vida, y no se reinventan, sino que van por la vida hablando de lo que hacían acá o allá, no han sido capaces de mirar más allá de sus narices, se están perdiendo de la “adrenalina” que produce el acto de emprender, no son capaces de ver, lo creativo e innovadores que pueden ser, de sacar ese “vendedor más grande del mundo” que llevan por dentro, y que hace años está tocando la puerta de sus mentes, pidiendo a gritos una oportunidad para manifestarse. Se están perdiendo de la satisfacción que produce trabajar un día para uno mismo, que 20 años para otro. Se están perdiendo de la oportunidad de conocer otros emprendedores como él, que no creyeron a las mentiras del sistema, sino que materializaron su idea creativa de negocio. Se están perdiendo de conocer nuevos clientes, nuevos proveedores, nuevos colaboradores, de vivir nuevas experiencias todos los días. Se están perdiendo de la oportunidad de ampliar su horizonte de oportunidades, de buscar “océanos azules”, de leer libros estupendos, de escuchar historias de vidas realmente motivadoras.


Muchos aún; en especial, los mayores de 50 años, siguen viviendo de las glorias del pasado, de lo “bien” que estaban cuando trabajaban en tal compañía,

Ya para despedirme; como buen emprendedor, quiero que me permitan hacer una comparación: El emprendimiento, es como el Carnaval de Barranquilla (mi tierra); porque quien lo vive, es quien lo goza

jueves, 20 de febrero de 2020

¿CÓMO LIDIAR CON PERSONAS DIFÍCILES?


Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach personal y Formador empresarial.

Antes de empezar a hablar de personas difíciles, primero permíteme hacerte una descripción de ellas. Porque no existe una definición como tal, sino un conjunto de características y comportamientos que convierten al portador de las mismas en una persona insoportable.
Las personas llamadas coloquialmente como “difíciles” tienen uno o varios de los siguientes comportamientos son: sabelotodo, metiches, imprudentes, criticones, sarcásticos, agresivos, quejicosos, monopolizan la conversación, siempre tienen la razón, son muy optimistas o muy pesimistas, tercos como una mula, no quieren perder una; etcétera, etcétera, etcétera. Son literalmente un “saco de plomo”.
Pero habiendo identificado a este tipo de personas, viene la pregunta objeto del presente artículo ¿Cómo lidiar con personas difíciles?


No te desgastes con ellos.
El apóstol San Pablo le dijo a su consiervo Tito “Evita las discusiones acerca de la ley (o de cualquier cosa) porque son vanas y sin provecho” (Tito 3:9)
Con este tipo de personas es mejor no desgastarse, ni embarcarse en discusiones sin sentido, porque como dijo el apóstol Pablo; son vanas y sin provecho. Sacan todo su arsenal de insultos, sarcasmos, no te dejan hablar, interrumpen en todo momento, todas se las saben, en fin; la comunicación productiva y fluida con estos personajes es prácticamente imposible.
Con este tipo de personas es mejor no desgastarse, ni embarcarse en discusiones sin sentido

No te dejes provocar:
El rey Salomón; considerado uno de los hombres más sabios de la humanidad lo expresó de esta manera: La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). No pierdas nunca tu compostura, mantente decente desde el principio hasta el fin. Recuerda que lo cortés no quita lo valiente. Este tipo de personas, a menudo, suben el tono de la voz, porque con ello quieren proyectar una imagen de “temibles y fortachones”, de bravucones, y piensan que con esa patanería todo el mundo les ha de temer –Cuan equivocados están-  precisamente hacen eso, porque cuando ya no tienen argumentos recurren a las bajezas, los insultos, y los improperios para tratar de defender una posición de por sí perdida desde el inicio. No es el que más grita, ni mucho menos el que más groserías dice, el que se lleva la victoria en una disputa, es el que mejor se comporta.


No pierdas nunca tu compostura, mantente decente desde el principio hasta el fin.

Llénate de argumentos sólidos: 
Lo dijo un hombre sabio como Job: Oíd, os ruego, mi razonamiento, y prestad atención a los argumentos de mis labios” (Job 13:6). A la hora de confrontar a este tipo de personas hay que hacerlo con argumentos sólidos, con datos concretos, con cifras exactas, con fechas, lugares, registros fotográficos y todo lo demás que se relacione. Este tipo de personas tratarán de manipular la conversación a sus antojos y colocarla a su conveniencia, pero se encontrará con una columna firme, que son los argumentos que tienes. Cuando vean que no pueden contra ti, huirán ladrando como perros y con la cola entre las piernas.


A la hora de confrontar a este tipo de personas hay que hacerlo con argumentos sólidos



Al bagazo, poco caso:
Recordando nuevamente al rey Salomón quien dijo: El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío” (Proverbios 10:13)
Las personas “difíciles” como las hemos llamado, son necias al inicio de la conversación, suelen perder la cordura durante la misma, y finalmente terminan cuasi locos al final de ella. Por eso mi recomendación es que, “al bagazo, poco caso”. Aplica los tres principios anteriores, y verás que los puedes “lidiar” como a un toro, no pretender cambiarlos, y tú; al mejor estilo de un torero tipo Manolete, Belmonte o cualquiera de esos grandes maestros de la tauromaquia, puedas cortar “rabos y orejas”.   

lunes, 17 de febrero de 2020

PARA UN EMPRENDEDOR, LA AUTODISCIPLINA ES MEJOR QUE LA MOTIVACIÓN.


Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach personal y Formador empresarial.


Quienes iniciamos este camino del emprendimiento y la innovación, a diario nos encontramos -por todos los medios existentes- con frases motivadoras, con discursos grandilocuentes que nos inspiran, nos motivan, y nos incitan a continuar en nuestro camino. De hecho, hay grandes; y muy renombrados motivadores que se han especializado en este tema. Pero como emprendedor, ayer me hice la siguiente pregunta ¿Qué necesito más para sacar mi emprendimiento adelante, motivación o autodisciplina? He aquí la respuesta.

¿Qué necesito más para sacar mi emprendimiento adelante, motivación o autodisciplina? 

Como no la sabía, me di a la tarea de preguntarle al “profesor Google” y muy eficientemente me respondió: “La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta me indicó además, que existen dos tipos de motivaciones:

  • Las extrínsecas como el dinero, los viajes, los bienes materiales, los autos lujosos, etc. Y
  • Las motivaciones intrínsecas tales como la autonomía, la maestría y el propósito.


Dije: ¡Wao! Acto seguido, le volví a preguntar al mismo “profesor Google” y entonces ¿qué es la autodisciplina? Y esto me respondió: “La autodisciplina se refiere a la capacidad de la persona para llevar a cabo una determinada tarea o para adoptar un determinado comportamiento” y esta vez dije con absoluta sorpresa: ¡Wao, Wao! Ante estas dos definiciones se me creo una disyuntiva, ¿yo que necesito autodisciplina o motivación? Después de mucho divagar y filosofar, llegué a la conclusión que la motivación es muy importante, pero no es suficiente, y me hice inmediatamente otra pregunta ¿y cómo le explico eso en términos sencillos a mis lectores? Y aquí va la respuesta: La motivación es como un libro lleno de enseñanzas de grandes maestros, que nos inspiran y nos enriquecen cada día más, pero la autodisciplina es el acto de leer ese libro. Un libro por sí sólo no hace nada, ocupa un lugar en la estantería; pero si lo lees cobra vida y cambia algunas de tus estructuras mentales.

La motivación es como un libro lleno de enseñanzas de grandes maestros, que nos inspiran y nos enriquecen cada día más, pero la autodisciplina es el acto de leer ese libro.

La motivación es más espiritual, la autodisciplina es más racional. La motivación es una inyección de fe; es una vela que se consumiendo con el pasar de las horas o de los días, y que te dice NO DECISTAS; la autodisciplina, por el contrario, es la fuerza que te ayuda HACERLO DE FORMA CONTINUA


La motivación es más espiritual, la autodisciplina es más racional



La motivación es el querer hacer, la autodisciplina es el hacer. La motivación te dice sigue adelante, la autodisciplina te levanta todos los días a las 5 am. La motivación te dice: te mereces un auto nuevo, la autodisciplina genera de hábito de ahorrar para comprarlo. La motivación te dice: Te mereces la casa de tus sueños, la autodisciplina te lleva a trabajar 8 horas, visitar 10 clientes y venderle a 4 de ellos para comprarla. La motivación te dice: Te mereces un viaje en un crucero, la autodisciplina te lleva a alcanzar tu presupuesto de ventas y de recaudo. La motivación te dice: Quiero bajar 10 kilos de peso, la autodisciplina te lleva a ejercitarte una hora diaria y a consumir una dieta hipocalórica.

La motivación es el querer hacer, la autodisciplina es el hacer

En mi modesta opinión, creo firmemente que el éxito de un emprendedor está fundamentado más en la autodisciplina que en la motivación, que la autodisciplina es más necesaria que la motivación, sé que no faltará quien me diga que se necesitan ambas, y que ambas tienen igual importancia -y estoy en parte de acuerdo con ellos- pero en la etapa inicial de un emprendimiento es más valiosa y productiva la autodisciplina y eso es lo que quiero resaltar en este artículo.



Para ti, que estas iniciando tu emprendimiento, es más importante fijarte objetivos claros; por ejemplo, número de clientes a visitar o contactar por día, cantidad de dinero que vas a reinvertir en tu emprendimiento, no sobrepasar los límites de los costos que tienes para tu empresa, libros que vas a leer, seminarios a los cuales vas a asistir, reuniones de ventas donde vas a socializar tu emprendimiento, que estar pensando en autos finos, casas lujosas, cruceros por el caribe; a veces esto último, se convierte en un distractor para muchos emprendedores. 



Los autos, las casas, los viajes, el dinero son la consecuencia de tu autodisciplina, vienen como añadidura y como resultado de una gestión constante y exitosa. No te distraigas con eso, concéntrate en lo tuyo. Tu objetivo es posicionar tu empresa, es crear un pool de clientes, es consolidar tu organización, es ganar un lugar y un reconocimiento en el mercado y todo esto es posible si tienes autodisciplina.



miércoles, 12 de febrero de 2020

ROMPER PARADIGMAS, EL PRIMER PASO HACIA LA INNOVACIÓN Y EL EMPRENDIMIENTO.


Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach personal y Formador empresarial.

Por definición, un paradigma es: “El reflejo de algo en específico que funciona como ejemplo a seguir. También se utiliza para señalar aquello que funciona y es tomado como modelo” A primera vista, y desde el punto de vista semántico, ésta definición tiene una connotación positiva, porque precisamente habla de ejemplos a seguir y de modelos a imitar; pero, en el ecosistema de la innovación y del emprendimiento, su impacto es más bien negativo.



Los “modelos a seguir” son de por sí, estáticos y rígidos, regulados por muchas normas, son cuadriculados y rectilíneos en su manera de ejecutar las cosas; y en parte, deben su éxito a hacer las cosas de manera mecánica y sin variaciones, lo que conlleva a alcanzar un nivel alto en la ejecución de la misma. Por el contrario; la Innovación y el Emprendimiento son dinámicos, evolutivos, están en constante cambio y en permanente mejoramiento, generan nuevas oportunidades y las capitalizan, exploran las debilidades y las convierten en fortalezas, neutralizan las amenazas con propuestas sin precedentes y las convierten en áreas de crecimiento.

Entonces, ¿Qué significa la expresión romper paradigmas?

Romper paradigmas es, salir de la zona de comodidad que producen los modelos, es atreverse a hacer algo diferente, es la “rebeldía natural” del emprendedor de no hacer –precisamente- las cosas como todo el mundo las hace. Es también, abandonar ese segmento de mercado desalmado y sangriento para crear un nuevo concepto, un nuevo modelo de negocios, una nueva manera de relacionarse con sus clientes, una innovadora forma de que su producto llegue oportunamente a manos del consumidor, una audaz manera de recaudar su cartera.

Es la “rebeldía natural” del emprendedor de no hacer –precisamente- las cosas como todo el mundo las hace.

Los grandes innovadores modernos como: Mark Zuckerberg; de Facebook, Jeff Bezos; de Amazon, Jack Ma; de Alíbaba. Sólo por mencionar algunos, surgieron precisamente porque rompieron paradigmas, se atrevieron a hacer algo, que otros -aunque tuvieron la idea- nunca la materializaron.

Romper paradigmas es, demostrarle al consumidor que no tiene que ir a los grandes supermercados ni a las plazas de mercado, para poder comprar buenos productos a unas pocas cuadras de su casa, así como lo han establecido en su propuesta de valor las cadenas de tiendas de productos de bajo costo, tales como ARA, JUSTO y BUENO y D1. Estas empresas están facturando miles de millones de pesos y generando miles de puestos de trabajo y arrancando participación a las cadenas de supermercados ya existentes.

Romper paradigmas es, probarle al usuario que se puede viajar cómodo, seguro, a un precio justo, con trato amable y respetuoso, conociendo la ruta por la cual te desplazaras, tal como lo han hecho las plataformas de transporte, tipo UBER, CABIFY, BEAT e INDRIVER que revolucionaron y cambiaron la forma de viajar en un servicio público urbano. Estas plataformas generan miles de millones de pesos en impuesto a las ventas y se han convertido en una oportunidad de generar ingresos para miles de familias colombianas.




Romper paradigmas es, cambiar la forma de interpretar la música clásica, tal como lo hizo el violinista holandés André Rieu; la cual pasó de ser aburrida, sobria, anticuada y para un público selecto, y la convirtió en amena, divertida, moderna y al alcance de un público de todas las edades. Hoy en día, André Rieu da 90 conciertos anuales con la asistencia de miles de seguidores y factura muchos millones de dólares.

Pero siempre que quieras romper paradigmas, te encontrarás con unos “críticos” y “sabelotodo” que no tardaran en decir que tu proyecto o idea no tiene cabida y es inviable, a éstos ignóralos, ningún critico en cualquier área del conocimiento ha cambiado la historia. Romper paradigmas te traerá muchos contradictores, más de los que imaginas, empezando por los de tu propia casa, que te “aconsejaran” a no meterte por ahí.

Ningún critico en cualquier área del conocimiento ha cambiado la historia.

Romper paradigmas es, ver más allá de las estrellas, es apostarle todo al corazón, es no tenerle miedo al destino, -porque en el fondo- sabes que los planetas están alineados a tu favor, que Dios y la historia terminarán dándote la razón.

Estoy completamente seguro que, si muchos seres humanos no hubieran roto paradigmas, la humanidad todavía estuviera habitando en cavernas y viviendo de la caza de alguna bestia salvaje. Romper paradigmas trajo consigo el cambio y la renovación, trajo también consigo momentos duros y dolorosos para la humanidad; pero, que al final dejaron una huella imborrable en la civilización. Romper paradigma es de héroes; no con súper poderes, sino de carne y hueso, de a pie, de “arroz con lentejas” que vencieron sus propios miedos y que no tuvieron otro capital de trabajo más que su propia intuición.

Romper paradigma es de héroes; no con súper poderes, sino de carne y hueso,

Rompe tus propios paradigmas, tu estas calificado para escribir y reescribir la historia.  

martes, 11 de febrero de 2020

¿CÓMO MATERIALIZAR UNA IDEA CREATIVA DE NEGOCIOS?

Por: Nazario Castrillo Niebles; Coach Personal y Formador Empresarial.

Si hay algo que caracteriza definitivamente a un emprendedor, es que es un gran generador de ideas por excelencia, eso hace parte de su ADN como emprendedor, pues su mente está trabajando a revoluciones por encima de la media del resto de las personas. Pero, ¿cómo hacemos para materializar; al menos una, de esas tantas ideas, que llegan a nuestra mente?



Te voy a dar unos tips que no fallan.

Plasma la idea:

Traslada la idea de tu cabeza hacia el papel. Escríbela, haz las veces de un “arquitecto de ideas”, a través del diseño de un plano en el cual estén contempladas todas las variables posibles de tu idea creativa de negocio. Si ya eres un emprendedor en forma, entonces socializa tu idea con tu equipo de trabajo y crea un taller de ideación, de ahi vas a sacar muy buenos aportes para tu producto a desarrollar, de lo contrario; si apenas te inicias en este camino, comparte tu idea con tu círculo más cercano y haz lo mismo, seguro que también tendrás valiosos aportes para tu proyecto de producto.


Escríbela, haz las veces de un “arquitecto de ideas”

Indaga para ver si tu idea ya existe:

Haciendo uso de la tecnología, realiza una investigación para ver si tu idea ya existe en otra ciudad o tal vez en otro país, a lo mejor ya existe algo parecido o de lo contrario - ¡Eureka! - eres el pionero en un nuevo segmento de mercado.




Si ya existe algo parecido, entonces investiga los detalles de ese producto o servicio, ¿cuál es su público objetivo? ¿Cuáles son sus estrategias de marketing? ¿Cómo hacen su publicidad? ¿Cuáles son sus mensajes promocionales? ¿Cuáles son sus puntos fuertes, y cuáles son sus debilidades? etc. Reúne toda la información posible.


Realiza una investigación para ver si tu idea ya existe en otra ciudad o tal vez en otro país
Crea un plan de Marketing:

identifica la oportunidad que tiene tu idea de negocio, visualiza una estrategia de penetración en la cual tu producto satisfaga una necesidad que no hay sido cubierta, y además, cómo tu idea creativa de negocio llega a un público objetivo completamente diferente del existente en el mercado.
Con la información que ya tienes, define unos objetivos claros y consisos para el primer año de tu producto. Elabora unas estrategias y fija una metas de ventas para los proximos doce meses. Es importante que tengas claro el segmento que quieres ganar, porque de ello dependeran tus estrategias. 


Visualiza una estrategia de penetración en la cual tu producto satisfaga una necesidad que no hay sido cubierta

Diseña tu propio modelo de negocios:

Te recomiendo que utilices una plantilla muy útil y práctica; se llama CANVA BUSINESS MOLDEL, o sencillamente CANVA como lo conocemos todos los emprendedores y que tiene 9 componentes que aquí te los resumo:

  • Identifica tu segmento de clientes: ¿a quién está dirigido tu producto? ¿quiénes necesitan tu producto?
  • Define tu propuesta de valor: ¿Tu producto qué lo hace diferente? ¿Qué necesidad satisface tu producto?
  • Define tu canal de distribución: ¿Cómo va a llegar tu producto al cliente? ¿y cómo éste puede adquirirlo?
  • Relación con los clientes: ¿Cómo tus clientes van a saber de ti? ¿cómo se conectan contigo, y tú con ellos?
  • Flujo de ingresos: Calcula y proyectas las ventas de acuerdo a los anteriores criterios.
  • Recursos claves: Describe todo lo que necesitas para iniciar; Recurso humano, recurso tecnológico, recurso financiero, equipos, inventario, maquinaria, publicidad, etc
  • Actividades claves: Has una lista todas las actividades relacionadas con producción, distribución, mercadeo, permisos, licencias, etc.
  • Red de asociados: ¿Qué Personas o entidades que necesitas para que tu emprendimiento no tenga inconvenientes? por ejemplo; empresas de logística, agencias de publicidad, proveedores, colaboradores.
  • Costos de la estructura: Describe los siguientes costos; salarios, arriendos, servicios públicos, impuestos, inventario, materias primas, gastos administrativos, etc.


Desarrollo del producto:

Esta es la etapa más importante de todo el proceso, ya que consiste en la realización de un prototipo final; con el cual aspiras obtener el producto que se va a comercializar. En esta fase, tienes que validar que tu producto o servicio si funciona, y que está listo para ir a satisfacer las necesidades de los clientes. En esta misma etapa, calculas los costos de producción, promoción, administrativos, de logística; que, en sumatoria, te darán los costos finales, a los cuales le sumarás la utilidad que quieres recibir y te dará el precio al cual venderás tu producto a tus clientes.


En esta fase, tienes que validar que tu producto o servicio si funciona, y que está listo para ir a satisfacer las necesidades de los clientes.

También en este estadio, calcularás el punto de equilibrio, para que puedas saber con certeza el mínimo de unidades de producto que necesitas vender para no arrojar perdidas, y a partir de ahí, fijar unas metas de ventas para que obtengas beneficios y puedas proyectarte en el mercado. Busca la ayuda de un buen diseñador, que te apoye con la elaboración de un excelente empaque, ya que la idea es que sea impactante para el cliente.

Lanzamiento de producto:

Ahora que tu producto o servicio está listo para salir al mercado, yo te doy como recomendación hacer un lanzamiento, que no es otra cosa; que reunir a un grupo de amigos, de potenciales clientes, invitados, familiares, jefes de compra de empresas que te interesen, a que conozcan tu producto, los beneficios que ofrece a los clientes, y asi, de esa manera; oficialmente, ha nacido un nuevo producto o servicio, y llegaste a la culminación del proceso de materializar tu idea.


Ahora que tu producto o servicio está listo para salir al mercado, yo te doy como recomendación hacer un lanzamiento

Es un camino largo y te vas a encontrar todo tipo de obstáculos y distractores, pero vale la pena recorrerlo.

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"MÁS ALLÁ DE LA SUPERVIVENCIA: DESCUBRIENDO EL POTENCIAL DE CRECIMIENTO EN MOMENTOS DIFÍCILES"

  Por: Nazario Castrillo Niebles. Coach personal y Formador empresarial.   Para nadie es un secreto que nuestro país y, en términos gene...