Por:
Nazario Castrillo Niebles; Coach Personal y Formador empresarial.
“No hay mal que dure cien
años” así solía decirme mi madre con la sabiduría maternal que
la caracterizaba. Esta mañana, mientras ordenaba mis ideas para escribir este artículo,
me acordé de una hermosa porción bíblica que dice “todo tiene su tiempo”, y
decidí fusionar ambos pensamientos, el de mi madre y el del Padre Celestial, y
llegué a la conclusión que este es el tiempo de los emprendedores para empatizar
con sus clientes actuales y potenciales.
“Todo tiene su tiempo”
Desde que empezó esta
crisis, tomé la firme decisión de ser parte de la solución y no parte del
problema, y anoche lo terminé de comprender con una frase que me dijo Alexis Álvarez
una colega consultora: “En este momento hay dos tipos de personas:
los que lloran, y los que hacen los pañuelos”. Pues yo soy de los que
hacen los pañuelos, y por eso quiero invitarte a ti, que me estás leyendo, a
ser parte de la solución, a ser de los que hacen los pañuelos y no de los que
lloran.
El confinamiento ha vuelto a
algunos emprendedores perezosos, otros están pensando cuándo acabará esto para
volver a reactivar el emprendimiento, y otros, por el contrario, se están capacitando
o auto capacitándose, entrenándose para regresar con todas las ganas a sus
labores cotidianas.
¿Y tus clientes? ¿Por qué los
has abandonado? ¿Por qué los has descuidado? ¿Por qué, ahora no pueden comprar
tu producto o servicio? ¡Que raciocinio tan egoísta! Ahora es cuando tienes
todo el tiempo del mundo para oír a tus clientes, para que tus clientes te retroalimenten,
para corregir las deficiencias de tu emprendimiento.
¿Y tus clientes? ¿Por qué los has abandonado? ¿Por qué los has descuidado? ¿Por qué, ahora no pueden comprar tu producto o servicio?
Siempre he creído que el mercado “habla” y los
que son capaces de entender el idioma del mercado, son los que se convierten en
emprendedores exitosos. Este es momento de hacer silencio y oír lo que el
mercado está pidiendo a gritos, este es el momento de poner la casa en orden de
replantear tu modelo de negocios, de “humanizar” tu emprendimiento, de pensar más
en el cliente que en el dinero. Los clientes quieren ser escuchados y este es
el momento de ellos de poder hablar.
Hoy en día, los
emprendedores disponemos de unas herramientas digitales espectaculares, como el
storytelling,
que es contar historias para empatizar y conectar con los clientes y
potenciales, o el social selling, que es ese “enamoramiento”, esa “seducción” que
se hace a través de redes sociales para ir atrayendo al cliente a nuestro
terreno e ir creando con ellos una relación sólida “un matrimonio para toda la
vida” y no una venta ocasional, y qué decir del Inbound marketing, que no
es otra cosa, que ir llevando al potencial cliente “de la mano” hasta finiquitar
el proceso de ventas. Este es el momento de echar mano de ellas.
Este es el tiempo, como dice
Sandra Ramírez; otra consultora espectacular a quien admiro mucho: “es
el momento de vender, sin vender”. Este es el momento de generar
contenidos de valor que humanicen tu marca personal, que tus clientes conozcan
mas de ti como emprendedor, es el momento de hacer webinar, transmisiones en
vivo, tutoriales, cursos online gratuitos, asesorías gratuitas, es el momento en
que tus clientes van a recibir más de ti, que tú de ellos.
“es el momento de vender, sin vender”
Como le dijo Pathros a Hafid
en el libro el vendedor más grande del mundo: “Esto pasará también, esto pasará
también, esto pasará también”, yo te digo a ti lo mismo; y cuando todo
esto pase, te levantarás fortalecido, con una visión más clara, con unos
objetivos y unas metas bien definidas, con un modelo de negocios ajustado,
afinado, con “hambre”; como dice Mario Hernández, con paciencia; como dice
Arturo Calle, con muchos sueños; como dice Jesús Oviedo, todos ellos grandes
emprendedores y empresarios colombianos. Te levantarás más espiritual y menos
material, con una escala de valores replanteada y con un nuevo norte en tu
vida.
Quiero terminar esta
reflexión con el siguiente fragmento bíblico: “Es más bienaventurado dar que
recibir” por tanto, felicito a todos quienes en estos días han puesto su
conocimiento, sus habilidades y sus capacidades al servicio de todos de forma
gratuita y altruista. Sé que Dios y la vida los ha de recompensar grandemente.
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Excelente aporte y muy edificantes.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras. Es para mí un gusto saber que lo que hago con tanto esmero es bien valorado
BorrarExcelente aporte muy edificante.
ResponderBorrarInteresante pensamiento para aplicar en estos momentos criticos. Me ayuda a sentirme util y poder servir a los que me necesitan. Felicito a Nazario por deducar el tiempo en esta noble causa.
ResponderBorrarGracias Rebeca. Toda palabra salida de tu boca es un bálsamo para continuar con esta labor
BorrarCorrijo: dedicar
ResponderBorrarExcelente 👏👏👏🙏 gracias
ResponderBorrarMuchas gracias. Es para mí un gusto poder contribuir en tu crecimiento como persona y como empresario
Borrar¡Qué buena reflexión! excelente para tener presente en cada momento y mantener la motivación.
ResponderBorrarGracias Andrea. Tus palabras siempre serán para una razón para continuar
BorrarGracias, Naza, por compartir tu conocimiento. También haces parte de esas personas que merecen ser felicitadas como lo mencionas en el artículo.
ResponderBorrarSoy de los que hacen los pañuelos, jeje
Así lo creo. Te veo victoriosa y ganadora. Te veo edificada y sobreedificada
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