Por: Nazario Castrillo Niebles. Coach personal y Formador empresarial.
Los emprendedores por naturaleza somos creativos, innovadores, recursivos, disruptivos, soñadores, visionarios, futuristas, arriesgados, “tercos” cuando algo se nos mete en la cabeza, tenemos capacidad de sacrificio, vemos oportunidades donde otros ven dificultades, rechazamos ofertas de empleo porque creemos en nuestro emprendimiento; en fin, la lista de adjetivos sería interminable con los cuales nos podríamos definir a nosotros mismos, y todas esas fortalezas y aptitudes que poseemos, nos permiten crear verdaderas “genialidades” a las que se les conoce en el ecosistema de la innovación como propuestas de valor, las cuales sacamos al mercado en forma de un producto o servicio para satisfacer una necesidad que hemos encontrado en el mercado mismo. Algunas veces acertamos y la “sacamos del estadio” con una innovación o creación sencillamente fenomenal, otras veces nos equivocamos y simplemente tenemos la humildad de volver a comenzar.
Algunas veces acertamos y la “sacamos del estadio” con una innovación o creación sencillamente fenomenal, otras veces nos equivocamos y simplemente tenemos la humildad de volver a comenzar.
Cuando acertamos, y empezamos a ganar dinero, parece que se apoderara de nuestra mente un sentimiento de triunfo y nos sentimos unos verdaderos afortunados con nuestro destino. Hasta ahí todo está bien, la fortuna nos sonríe, la fama nos persigue y es entonces, cuando se vuelve verdaderamente peligroso el asunto. Cuando ocurre, que nuestra cuenta bancaria empieza a subir, entonces nos damos la vida que nos merecemos, compramos el auto que nos merecemos, vivimos en la casa que nos merecemos, tenemos el dispositivo móvil que nos merecemos porque actuamos bajo la premisa de que ¡todo nos lo merecemos!
Hice esta introducción para hablarte del manejo del dinero por parte de los emprendedores. Porque a lo largo de mi trayectoria, he visto casos de algunos emprendedores exitosos, que no supieron darle buen manejo al dinero que ganaron y hoy día están en bancarrota, y no me gustaría que eso pasara contigo.
Como te lo mencioné en el artículo titulado ¿EMPRENDEDOR A LOS 50 AÑOS? Colócate un sueldo; al principio no tan grande, para que tu emprendimiento se pueda capitalizar. Mantente así por lo menos el primer año, mientras posicionas tu empresa en el mercado y te vas consolidando. Aunque no te guste la idea, conviértete en un empleado de tu propia empresa, para que aprendas a no deslumbrarte por el dinero y no pierdas el foco de tus metas. Si tu empresa o emprendimiento está vendiendo “bien” no te desesperes en comprar autos costosos, mudarte a un apartamento más grande y amplio en el mejor sector de la ciudad, solicitar créditos bancarios, salir a rumbear todos los fines de semana o comprarte el dispositivo móvil más caro, recuerda más bien, que tu empresa o emprendimiento apenas está en etapa de incubación y necesita posicionarse en el mercado. Practica la austeridad, controla tus gastos, reinvierte las utilidades de tu empresa en ella misma, y cuando ya esté consolidada, y haya superado notablemente su punto de equilibrio; entonces, si podrás tener el nivel de vida que anhelas -y que te mereces- como resultado de tu innovación o creación.
Colócate un sueldo; al principio no tan alto, para que tu emprendimiento se pueda capitalizar.
Aplica la inteligencia financiera y aprende a decir NO a la avalancha de supuestos “mega negocios” o “mega oportunidades” que requieren de tu capital para poder ejecutarse, si no conoces ese terreno mejor no lo pises, además te saca de tu concentración inicial y eso es muy peligroso. Despójate de ese espíritu de “Tío Rico o Rico Mac pato” de querer solucionar todos los problemas de todo el mundo; en especial, los de tus familiares más cercanos, te agotas con eso, te distraes y pierdes el foco, ayúdalos - ¡por supuesto! - pero no termines "comprando" y pagando por el problema ajeno. Ten cuidado también de los falsos amigos que se acercan a ti solo porque te ven prosperar, y lo que buscan es que te conviertas en “patrocinador oficial” de rumbas y demás francachelas gastando así, mucho del dinero que has trabajado con esfuerzo y tesón.
No juegues al “todo o al nada” ese un juego muy peligroso, es una “ruleta rusa” en la que más temprano que tarde terminas; literalmente, “volándote los sesos” Si ya tienes otro emprendimiento o empresa que está marchando bien, no cometas el error de tomar dinero de una empresa exitosa para financiar una empresa en desarrollo, puedes terminar perdiendo ambas empresas, deja que la empresa naciente se autofinancie, por eso te recomiendo que reinviertas sus utilidades, hasta que hayas recuperado la inversión inicial y luego así, ya podrás empezar a usufructuar los primeros frutos de la misma.
Si ya tienes otro emprendimiento o empresa que está marchando bien, no cometas el error de tomar dinero de una empresa exitosa para financiar una empresa en desarrollo, puedes terminar perdiendo ambas empresas,
De los servicios financieros que ofrecen los bancos, utiliza sólo aquellos que realmente tu empresa necesite, procura no “llenarte” de tarjetas de créditos y cupos rotativos; ya que el costo financiero de ellos es bastante alto. En lo posible, no utilices los sobregiros; y si los usas, que sea en situaciones que realmente lo justifiquen, pero que no se vuelva una constante, no caigas en el juego de “abrir un hueco para tapar otro” rompe con ese paradigma mentiroso para que no termines como algunos empresarios que viven literalmente de la tarjeta de crédito, sencillamente, porque se niegan a aceptar que hicieron malas las cuentas.
Si mantienes tus costos de producción o de funcionamiento bajos, te colocas un ingreso “aceptable” y vendes preferiblemente de contado, te aseguro que no tendrás problemas de liquidez y tus finanzas irán en progreso.
No olvides que el efectivo es el rey, o como dirían los gringos: “Cash is King”, quien no tiene dinero en efectivo es un tonto, acostúmbrate a tener un fondo en efectivo o dicho en lenguaje coloquial “una caleta”, nunca te quedes sin reservas, ni inviertas todo el efectivo que tienes por muy buena que sean las oportunidades que te presenten.
No olvides que el efectivo es el rey, o como dirían los gringos: “Cash is King”
Por último, hasta que tu emprendimiento no este maduro, firme, establecido y produciendo ganancias verdaderas, no tiene el derecho de gastarte el dinero de tu empresa.
Espero que este articulo haya sido de tu agrado, no olvides dejarme tu comentario y si quieres que escriba sobre un tema en particular házmelo saber.
Gracias Nazario, excelente artículo.
ResponderBorrarCon todo gusto. Espero que te gusten los próximos artículos que han de publicarse en los próximos días
BorrarEnseñanza excelente. Con plastilina
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario. La idea es que lo emprendedores aprendan a usar bien su dinero y no lo malgasten
BorrarExcelente y sabio consejo.
ResponderBorrarGracias Nazario
Gracias a ti por apreciar el contenido del articulo. En próximos días estaré publicando otro artículo
Borrargracias por tus recomendaciones, me parecen muy valiosas para quienes hoy estamos en proceso de emprendimiento. saludos!
ResponderBorrarNo sabes lo que emocionan tus palabras. Si en algo puedo contribuir a que emprendimiento se consolide estoy a tus ordenes. Si deseas algún tema en especial, me lo haces saber y con gusto lo publicamos
BorrarMuchísimas gracias muy buen analasis
ResponderBorrarGracias por leerlo y apreciar su contenido
ResponderBorrarExcelente tu análisis de entendimiento y proactivo para ponerlo en práctica.
ResponderBorrarGracias Julio. Si, la idea de este blog es poder contribuir a todos aquellos que inician este hemoso y fascinante viaje de el emprendimiento.
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