viernes, 13 de marzo de 2020

EL MANEJO DEL FLUJO DE CAJA; LA DIFERENCIA ENTRE EMPRENDIMIENTOS EXITOSOS Y FRACASADOS.


Por: Nazario Castrillo Niebles. Coach Personal y Formador empresarial.

¿Te has preguntado algunas veces porque unos emprendedores son potencialmente exitosos, y otros son potencialmente fracasados? En el manejo del flujo de caja puede estar la respuesta a este interrogante. El siguiente análisis es para emprendimientos que están en etapa temprana.



Por definición, un flujo de caja o “cash flow” como también se le conoce, es la relación del dinero que entra por concepto de cobros y otros ingresos, versus el dinero que sale por concepto de pagos, en un periodo de tiempo determinado. El resultado de esa operación se conoce como beneficios.

Los beneficios, son de lo que dispone el emprendedor para continuar con el desarrollo de su emprendimiento. Cuando los beneficios van creciendo; como resultado de una gestión de ventas y unas estrategias de marketing acertadas, la motivación del emprendedor también va en aumento, en paralelo con su cuenta bancaria.


Los beneficios, son de lo que dispone el emprendedor para continuar con el desarrollo de su emprendimiento

Es precisamente en este momento, cuando se establece la diferencia entre un emprendedor potencialmente exitoso, y un emprendedor potencialmente fracasado. En primer lugar; el emprendedor potencialmente exitoso, invertirá sus beneficios en activos y bienes de capital, fijará para sí unos ingresos personales inicialmente austeros, que cubran sus gastos esenciales, y el excedente lo invertirá en activos que generen ingresos residuales en el mediano o largo plazo. Invertirá por ejemplo en acciones, en inmuebles para alquilar, en crear un programa de afiliación, una comunidad con membresía, en capacitación, o en adquirir algún equipo o insumo que incremente su productividad, etcétera. Mientras que el emprendedor potencialmente fracasado, invertirá sus beneficios en adquirir pasivos tales como tarjetas de crédito, autos lujosos, vacaciones 2 veces al año, tecnología de última generación, ropa costosa, etcétera.


El emprendedor potencialmente exitoso, invertirá sus beneficios en activos y bienes de capital, fijará para sí unos ingresos personales inicialmente austeros

Hipotéticamente podríamos llegar a pensar, que el emprendedor potencialmente exitoso, con el paso del tiempo se irá consolidando y podrá darse los lujos y la vida que se merece porque los beneficios de su emprendimiento así se lo permitirán, mientras que el emprendedor potencialmente fracasado, estará agonizando para pagar las cuotas de sus créditos bancarios, hipotecas, viviendo de la tarjeta de crédito y los sobregiros, y algunos menos afortunados viviendo de préstamos con altas tasas de interés, o como dicen algunos de forma coloquial “abriendo un hueco para tapar otro”.



Hipotéticamente también podemos llegar a pensar, que el emprendedor potencialmente exitoso generará otros emprendimientos que pueden tener el mismo desempeño del primero, mientras que el emprendedor potencialmente fracasado está luchando con el emprendimiento actual y literalmente “no tiene cabeza” para pensar en por este momento en nada más.

Cómo dicen los médicos y otros especialistas en el área de la salud: “Un cáncer detectado a tiempo es curable, mientras que un cáncer en estado avanzado termina por matar a quien lo padece”. Pues así mismo es el flujo de caja de un emprendimiento, puede ser saludable, puede ser un “cáncer en etapa inicial”; el cual es curable, o puede ser comparable con un “cáncer en estado terminal” el cual puede producir su desenlace fatal en cualquier momento.



Estas a tiempo de poner tus finanzas en orden, estas a tiempo de cambiar el rumbo de las cosas. Recuerda una frase del gran empresario colombiano Arturo Calle: “La mayor virtud de un empresario es la paciencia”. No corras con tu emprendimiento, no tengas impaciencia por hacerte rico, sigue trabajando con pasión, con orden, con una visión clara, con unos objetivos definidos, que la riqueza y la fortuna llegarán como consecuencia de tu trabajo. El dinero es un recurso, no un fin.

Arturo Calle: “La mayor virtud de un empresario es la paciencia”
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